Composició
Recuerda aplicar la regla de los tercios (enlace). Al tratarse de un tipo de fotografía paisajística, esta regla de composición es de (casi) obligado cumplimiento.
Respecto al encuadre, por favor, intenta
no caer en el error que muchos comenten y es el de fotografiar
amaneceres o atardeceres completamente aburridos. Todo ese espectacular
paisaje que la naturaleza nos ha preparado necesita de algún elemento
destacable que rompa la monotonía y le confiera al amanecer o atardecer
más vida, más interés. Como decía antes este elemento puede ser un
árbol, una palmera, unas rocas o la silueta de una pareja de enamorados
abrazados.
En cuanto a objetivos,
a mí personalmente me gusta disparar la salida y puesta del sol con
objetivos de distancias focales pequeñas, algo así entre los 14 y los
25mm, así consigo captar el paisaje en toda su amplitud.
No obstante y para poder tener un poco de libertad te recomiendo tener a mano más objetivos de más de una distancia focal: así puedes capturar paisajes panorámicos a la vez que encuadres de mucho zoom donde el sol adquiere mayor protagonismo.
No obstante y para poder tener un poco de libertad te recomiendo tener a mano más objetivos de más de una distancia focal: así puedes capturar paisajes panorámicos a la vez que encuadres de mucho zoom donde el sol adquiere mayor protagonismo.
Exposición
Con el tema de la exposición hay que
tener un pelín de cuidado. Precisamente el encanto de un amanecer o
atardecer consiste en esa luz que emana del sol y hacia la cual
apuntamos directamente. Ya sabemos que nuestra cámara en modo automático
tiende a equivocarse cuando enfocamos la luz directa, lo cual repercute
en unas fotos generalmente subexpuestas (oscuras).
Si vas a fotografiar un amanecer o puesta de sol emplea el modo manual o semimanual de tu cámara réflex, podrás jugar con la apertura y la velocidad de disparo y obtener diferentes resultados cada vez, con distintos grados de luz. (Si te asusta todavía el modo manual échale un vistazo a mi libro de iniciación fotográfica).
Si vas a fotografiar un amanecer o puesta de sol emplea el modo manual o semimanual de tu cámara réflex, podrás jugar con la apertura y la velocidad de disparo y obtener diferentes resultados cada vez, con distintos grados de luz. (Si te asusta todavía el modo manual échale un vistazo a mi libro de iniciación fotográfica).
También tienes que tener cuidado
respecto al balance de blancos. Aunque la mayoría de las veces dejando
la cámara en el Balance de Blancos automático se obtienen fotografías
muy correctas, sucede que los amaneceres y atardeceres tienen una
calidez de color (tirando a amarillo/naranja) sin la cual la foto
perdería su encanto. Un Balance de Blancos automático detectaría ese
tono “cálido” como exceso e intentaría cambiarlo a un color más neutro,
algo que no deseamos realmente. Solución: cambia el ajuste del Balance
de Blancos y escoge uno que conserve el tono cálido del momento, nublado
o sombra por ejemplo. (Más sobre el balance de blancos aquí).
Añádele tu Firma..
No produzcas una otra foto fría,
impersonal y anónima de un amanecer o atardecer por favor. Haz una foto
distinta, convierte esa salida o puesta del sol en un momento personal
dejando alguna pista sutil tuya en la foto: puede ser un muñeco al que
tengas cariño, el coche de juguete de tu hijo, la silueta de tu perro
Boby posando en primer plano, o simplemente dispara la foto desde la
ventana de tu buhardilla retratando así aquello que ves todos los días
al levantarte por la mañana.
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